YO SOY NAKEH

YO SOY NAKEH EL DIOS QUE CASTIGA

Los malvados y los soberbios obtendrán lo que se merecen. Si le parece que Dios ignorara el mal y la soberbia de nuestros días, sepa que vendrá otro día de castigo, de la misma forma que le llegó al pueblo de Judá.

Nos gustaría mucho no pensar en este aspecto de Dios, pero el hecho es que él aborrece el pecado y exige que llevemos una vida de santidad, sobre la base de que Él mismo es santo (1 Pedro 1:16). El Antiguo Testamento da una multitud de ejemplos de los pecados de los judíos que resultaban en los juicios de Dios sobre ellos. Por supuesto, en el Nuevo Testamento, somos capaces de confiar en Jesucristo para pagar el precio por nuestros pecados… pero eso no quiere decir que Dios ya no se opone a la forma en que vivimos nuestras vidas. Todavía demanda santidad de sus hijos, y el Salmo 66:18 sigue siendo tan real hoy como lo ha sido siempre: "Si no hubiera confesado el pecado en mi corazón, mi Señor no me habría escuchado." A pesar de que Dios no tiene ningún placer en disciplinarnos, lo hace porque nos ama.

Ezequiel 7:9. Dr. Rey Estrada.