El -demonio del mal- no es alguien cósmico e invisible. Es uno de los -instintos- antiguos y/o primeros del corazón humano. Lo vemos en Caín asesinando a su hermano Abel. El -diablo- no es un alguien que entra, es el hombre que sale de su propio corazón y se convierte en el adversario, antagónico, opresor, calumniador, y perverso levantándose contra Dios, el bien, la paz, la armonía, la justicia y el amor. Es un diablo muy humano. Muy provocador y planificador del mal en el mundo. Yahshúa dijo en Mateo 15:19 “Del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias”.
El egoísmo, narcisismo y deseos e intenciones de quebrar, dañar, causar venganza revelan comportamientos de las personas malas que jamás han nacido de nuevo. Son seres los seres oscuros. Los seres lobos vestidos de ovejas. Los seres de maldad. La MENTE es el órgano nido de todos los pensamientos de maldad. La mente se forma a través de nuestros valores y cómo aprendemos de nuestras experiencias en diferentes situaciones y momentos. En contraste, el -comportamiento malévolo- se fundamenta en una disminución de la empatía, de una perdida gradual de los valores y leyes espirituales. Aquí no interesa la profesión que tengas, sino el ser que eres. Judas era de profesión -apóstol-y fue el maléfico de la traición a su maestro. El malévolo no respeta su propia vocación, oficio, ministerio, posición, no importa si es sacerdote, pastor, abogado, concejal, intendente, gobernador, funcionario público o presidente para manifestar el mal. No le importa sentir lo que otros sienten. Es un indiferente.
¿Qué raíces tiene -el comportamiento maligno- de una persona? Una raíz es un sesgo, rasgo, signo y señal, ¿Qué es un sujeto malo? Es el calificativo subjetivo y ético que se le da a quién actúa de manera perjudicial, dañina o inmoral hacia los demás, contra alguien o la sociedad en general. Sus -comportamientos intencionados- causan sufrimiento, dolor o perjuicio a otros, sin remordimientos o consideración por el bienestar ajeno. ¿Qué mueve al sujeto malévolo? Hay un móvil frustrante. Algo pasó que no ha podido superar.
Características asociadas a las malas personas:
1. Es un maestro de la manipulación: Dominan el arte de manipular e influir en otros para obtener apoyo y respaldo a sus acciones y mentiras. Se buscan -cómplices-. Las personas maliciosas buscan de forma constante controlar a otros y no tienen reparos en herir a quienes se interponen en su camino. Un indicio de manipulación es cuando alguien se muestra como víctima, incluso si no lo es.
2. Es un oportunista: Sé cauteloso/a si alguien solo se acerca cuando requiere algo de ti. Quizás te mostró cordialidad en el pasado, pero su actitud ha cambiado de manera drástica al tener hoy una necesidad que satisfacer.
3. Presenta un egoísmo extremo: El -sujeto malévolo- tiene una tendencia innegable a centrarse de modo exclusivo en sus propios intereses. En el quiero lo mío. En lo tendré como sea. Su astucia les permite elogiar a otros, pero esto no es más que un disfraz para ocultar sus verdaderas y egoístas intenciones.
4. Es un celosos y posesivo: En el ámbito amoroso, el -sujeto malévolo- por supuesto -hombre o mujer- pone sus ganas e intereses por encima de los demás, aunque, en ocasiones, mantienen relaciones cordiales para conquistar. Siente una intensa -envidia- cuando percibe que alguien más recibe atención o cariño o cuando alguien es superior a él y puede enfadarse si te relacionas con otros individuos. La -envidia- es un sentimiento frecuente en aquellos con malas intenciones y suele manifestarse tanto en relaciones personales como en entornos profesionales.
5. Posee una actitud negativa: El -sujeto malévolo- adopta una perspectiva pesimista y negativa hacia la vida y quienes les rodean. Esta actitud se manifiesta a través de su escepticismo constante y desconfianza. Su visión nociva del mundo afecta su comportamiento y las interacciones con los demás.
6. Es un gran generador de avisos y mensajes de malestar en tu presencia: Si alguien te provoca sensaciones de incomodidad, inseguridad o desasosiego cada vez que estás cerca de ellos o en las redes sociales, es -fundamental- mantener una actitud crítica en tu evaluación. La incomodidad que experimentas quizás es un indicativo de algo perjudicial, ya sea para la propia persona en cuestión o para alguien a quien aprecias.
7. Es de un comportamiento hiriente: Estas personas tienen una inclinación constante a lastimar a los demás, ya sea a través de palabras hirientes o acciones que humillan. A veces, pueden afectar sin darse cuenta, mediante comentarios sarcásticos, pretendiendo después que se trata de bromas. A pesar de su intento por disfrazar su comportamiento como humor, causan heridas y una sensación de menosprecio, lo que mina las relaciones y crea un ambiente poco saludable. Sus actitudes, a menudo, se centran en infligir daño emocional o psicológico.
8. En él se revela la ausencia de remordimiento: Las malas personas carecen de empatía y no muestran preocupación por las consecuencias de sus acciones. En muchos casos, intentarán hacerte sentir culpable por los efectos de sus propios actos, ya que no experimentan el -remordimiento- que caracteriza a la mayoría de las personas.
9. Constantemente viven de mal humor y negatividad: Aquellos que se mantienen con constante negatividad y muestran irritabilidad podrían ocultar una maldad subyacente. Suelen liberar su enojo en otros y anhelar lo que no pueden conseguir.
10. Es un sujeto agresivo: La agresividad es una característica común en las personas maliciosas y se evidencia de forma explícita, a través de gritos, amenazas o violencia. También de manera más sutil, con acciones que dañan a su entorno. Estas manifestaciones agresivas serían un indicio de su inclinación hacia el comportamiento malévolo.
1. Es de reputación cuestionable: Cuando escuchas comentarios negativos sobre alguien antes de conocerlo, es probable que esas críticas estén fundamentadas en hechos reales. Las malas personas, con frecuencia, adquieren una reputación de ser dañinas debido a su historial de chismes o intimidación.
12. Se burlan del infortunio ajeno: Estas personas tienden a encontrar diversión en el infortunio de los demás y experimentan un placer sádico al presenciar el sufrimiento ajeno. Este comportamiento pone de manifiesto su falta de empatía y simpatía hacia los problemas y dificultades que afectan a más personas.
13. Mienten de manera frecuente: La mentira es una herramienta común en manos de las personas maliciosas. Manipulan la verdad y recurren a la falsedad con el propósito de alcanzar sus objetivos. A menudo, estos individuos te distraerán con engaños que parecen convincentes a simple vista. Sus mentiras son bastante dañinas, ya que socavan la confianza y causan confusión.
14. Critican a los demás sin darse cuenta: En ocasiones, alguien malo emite críticas sin darse cuenta, lo que pone de manifiesto su actitud negativa. Sus comentarios resultan hirientes y despectivos, incluso si pretenden que sean simples observaciones casuales.
Esta falta de empatía y respeto por los sentimientos de los demás genera un ambiente tóxico.
15. Usan el dramatismo excesivo: Aquellos que exageran de modo constante, recurriendo a la mentira, deben ser vistos con escepticismo. Su tendencia a dramatizar las situaciones y eventos puede dificultar la distinción entre la realidad y la exageración.
16. Tienen exceso de confianza: Las malas personas alardean y hablan sin consideración por cómo sus palabras afectan. Su confianza excesiva hará que sientas incomodidad y menosprecio. Y al hablar de manera despectiva o arrogante genera malestar en quienes les rodean. Su forma de comunicarse mella las relaciones y crea un ambiente tenso.
17. Desvalorizan el tiempo ajeno: Con frecuencia, llegan tarde y mienten sobre sus retrasos. La falta de respeto por el tiempo de los demás revela su poca consideración y empatía. Es posible que esto cause resentimiento y cree tensiones.
18. Juzgan con rapidez: Hablan con dureza y emiten juicios sin pensar en las consecuencias. Dicho juicio rápido quizás haga que otros se sientan evaluados siempre, lo que dificulta la construcción de vínculos saludables.
19. Indiferencia a la opinión de otros: No les importa lo que piensen los demás o las reglas que rompan. Su falta de consideración es evidente en su desdén por las opiniones ajenas y las normas sociales. Esta actitud deriva en conflicto y alienación en las relaciones.
20. Inconsistencia: Cambian de opinión con frecuencia, lo que complica confiar en ellos. Las personas inconsistentes, a veces, hacen que otros se sientan inseguros.
21. Irresponsabilidad: Evitan asumir la culpa y niegan sus acciones perjudiciales, incluso si lastiman. Su falta de responsabilidad puede llevar a problemas en el lugar de trabajo y crear un ambiente desagradable. Las malas personas tienden a ser informales y descuidadas en su comportamiento, afectando a quienes les rodean tanto en su contexto personal como laboral.
22. Actitud victimista: El constante victimismo es una forma de manipulación que les permite evitar la responsabilidad de sus acciones.
23. Chantaje emocional: El chantaje es una táctica común que emplean para eludir consecuencias no deseadas u obtener lo que desean. Fingen malestar físico o emocional, influenciando a otros y manipulando situaciones a su favor. Tal manipulación resulta muy dañina y tóxica. El malo es un sujeto del mal y el mal siempre será vencido de una o de alguna manera por la justicia de Dios y de la vida. Al el -sujeto malévolo- la justicia siempre le pasará -factura de cobro-.
¿Cómo protegerse de una mala persona?
1. Reconocer e identifícalas dentro del seno de tu familia, iglesia, grupo, institución y sociedad. Que los hay los hay y ahí están.
2. Confía en tus instintos
3. Establece límites claros
4. Fortalece tu autoestima
5. Mantén distancia emocional
6. Procura apoyo de tu entorno
7. Cultiva relaciones saludables
8. Busca ayuda profesional si es necesario
9. Desarrolla habilidades de comunicación
10. Denúncialos a la policía.
11. Toma medidas de seguridad y precaución:
*No reveles tu rutina
*Camina con confianza
*Ten un plan de escape
*Evita situaciones riesgosas
*Solicita ayuda si es necesario
*Utiliza sistemas de seguridad
*Establece límites físicos claros
*Mantén tu información personal privada
*Presta atención a tu entorno y a las personas que te rodean
La prevención y la precaución son clave para protegerse del -sujeto malévolo-.
Origen de la maldad desde la psicología:
1. El sujeto malévolo pasó por alguna pelea, divorcio, rechazo, separación, excomunión, o experiencia difícil o traumáticas
2. Esto influyó en cómo ve -ahora- su mundo y cómo se comporta.
3. El egoísmo, el narcisismo y la sed de venganza del sujeto malévolo son signos y respuestas a estas heridas emocionales profundas.
Origen de la maldad desde la neurobiología:
1. Esta vinculado a dificultades en la empatía. A heridas. A actos reprobables en lo moral como pecado o violación de algo. Hubo cambios en los circuitos cerebrales que moldean su comportamiento social y espiritual.
2. Revela alteraciones en áreas como las neuronas espejo, la corteza cingulada anterior, la ínsula, la corteza prefrontal y la amígdala.
Maldad y «mala persona»: La maldad no es una característica innata, sino una manifestación de la complejidad del cerebro humano y sus interacciones con el entorno. Encontrarte cerca de alguien malo destaca la importancia de contar con un sólido círculo de apoyo emocional, lo cual resulta fundamental para protegerte de las adversidades y desafíos que surjan en la vida. Somos Reino.
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