¿POR QUÉ NOS PASA LO QUE PASA?
- Dr. Rey Estrada
- 14 ene 2023
- 6 Min. de lectura
A todo el mundo casi nos pasa lo mismo de lo mismo. Un dolor. Una pena. Un fracaso. Una ruptura sentimental. Un divorcio. Una pérdida económica. Pérdida de inversión. Pérdida de amigos. Enfermedad. Banca rota. Trauma. Dolor. La idea no es que nos pase, es que actitud asumo ante lo que me pase o suceda. De algún modo con la ayuda de la providencia de Dios salimos adelante. Hay cosas que no depende de nosotros, pero la mayoría depende de nuestros pensamientos, sentimientos y decisiones.
Hemos sido llamados a darle sentido a las cosas que nos pasan. Nos complicamos porque no simplificamos. Nos desgraciamos la vida, porque no hemos entendido que lo que nos pasa, pasa por nosotros. Nosotros somos la causa de lo que nos pasa.
Eva, estaba en Génesis 3:6 frente a la vista, tentación y prohibición del árbol del bien y del mal. Era agradable ver lo que estaba viendo. Si no hubiera sido agradable a los ojos, lo hubiera rechazado. Era árbol codiciable. Activó el deseo interno de Eva y ¿Qué es el deseo? Es el reino de nuestras conscupiscencias “Cada quién es tentado cuando de su propio deseo o concupiscencia es atraído y seducido”. Las cosas seducen. Tientan. Hacen ley de atracción.
El árbol tenía “Sabiduría” y Eva decidió ir en pos de ella, pero esa sabiduría fue prohibida por Dios ¿Por qué? Porque una de las ciencias de ese árbol tenía muerte, conducía a la muerte espiritual y física y era la ciencia del mal. El mal fue la decisión del mal. Le pareció a Eva agradable la sabiduría del mal y tomó de Su fruto y comió, porque comer es conocer. Eva tuvo el anhelo almatico de conocer lo desconocido y le dio de comer a Su marido.
Hay deseos femeninos que dominan al hombre. Eva le dio de comer a Adán y lo dominó y ambos comieron, y conocieron que estaban desnudos y la pregunta es ¿Antes de que estaban vestidos? Vestidos de Dios. Vestidos de vida. Vestidos de seguridad, pero Su decisión causó la desnudez y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales y pecaron. ¡Por qué pecaron? Porque desobedecieron y ¿Qué es desobedecer? Es volverse alejado e independiente de la voluntad de Dios. Ellos, sacaron Su voluntad de la voluntad de Dios y pecaron y el pecado le trajo a su compañera la muerte “El día que comiereis del fruto del árbol del bien y del mal, ese día moriréis”. Se murieron a Dios y a la seguridad del Edén y por eso, fueron expulsados del habitad perfecto. El Edén fue el cielo en la tierra de Adán y de Eva.
El pecado creó la enemistad. Creó la maldición de la tierra “Espinos y cardos te producirá”. Creó el trabajo arduo. Creó la expulsión del Edén. El pecado siempre nos estará expulsando de algo. Creó la experiencia de los dolores “Con dolor darás a luz tus hijos”.
¿Por qué nos pasa lo que pasa? Por pecados propios. Por decisiones erradas. ¿Por qué ocurrió el diluvio? ¿Qué lo hizo suceder? Génesis 6:5 dice que fue por causa de los designios de los pensamientos del corazón de aquella generación que continuamente estaba en el mal. El diluvio vino por decisiones de maldad. Las decisiones crean destinos. ¿Todo sucede por alguna razón? Claro que Si, por la razón tuya. Todo tiene una causa y la causa es la razón de cada quién. Cada vez que hay una causa hay una razón y un claro conocimiento de quién lo hizo. Cada quién pone su causa en el resultado.
Tenemos dentro un libre albedrío para crear cualquier resultado positivo o negativo. “El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad” (Proverbios 13:3) ¿Por qué nos pasa lo que pasa? Por la lengua larga. La muerte está en el poder de la lengua. ¿Por qué a María la hermana de Moisés le dio lepra? Por querellosa, chismosa y murmuradora. Criticó a Moisés por haber escogido casarse con una mujer cusita o afroasiática (Negrita). A María que le importa. Estaba vigilando la reputación del liderazgo de su hermano. La boca de los necios habla sandeces (Proverbios 15:2).
Vete de delante del hombre necio, porque en él no hallarás labios de ciencia (Proverbios 14:7) ¿Por qué nos pasa lo que pasa? Porque somos cómplices de las acciones de nuestros amigos y familiares. A nuestra carne le gusta cooperar en dichos y ejecuciones de acciones ajenas. Decimos: Metí la pata. Me metí en la grande. Claro por cómplice y por necio. Eso te pasa porque tú la pasas. Le cooperamos al chismoso en el chisme. Le ayudamos. Le hacemos partido, compañía y política.
No funcionamos en automático. Funcionamos en causas que nosotros originamos. ¿Por qué estoy tan obesa? ¿Por qué tan enfermo? ¿Por qué tan deprimido? ¿Por qué no avanzo en la vida? ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? ¿Dónde sitúas el control de lo que sucede? En los escenarios públicos existe el “Locus de control” ¿Qué es? Es ese reflector de luz que enfoca a la persona central del acto que está realizando. Se llama la luz de enfoque.
¿Cuándo te sucede algo bueno o malo? ¿Dónde pones el locus de control? ¿El foco de luz? ¿Quién o qué es el responsable? ¿Quién es el personaje central del escenario? El locus es interno. El locus de control interno es solamente tuyo. Es efecto de tu propia acción. Un resultado proviene de tu habilidad, de tu esfuerzo, de tu responsabilidad y de tu propia decisión.
Cuando tu locus de control es externo, ¿En qué terminas? Terminas creyendo que tus resultados son producto de azar, de la suerte o de la intervención de otras personas. En el locus de control externo, no tienes control sobre tu vida. Que los eventos no tienen relación con lo que has hecho. En este locus le atribuyes todo a la casualidad. A ese factor mágico que dice que “Todo sucede por algo”. Todo sucede por ti. Por tu disciplina o indisciplina. Por tu buena voluntad o mala voluntad. Por tu prudencia o imprudencia. Por tu blanda respuesta o por tu palabra áspera. Por tu decisión.
El Salmo 1:1 dice “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos. No estuvo en camino de pecadores”. ¿Por qué lo mataron en ese sitio? Porque estuvo en el lugar incorrecta con la gente incorrecta. ¿Quién lo mato? Su propia decisión. Anduvo en camino de bares y tabernas y de malos y pésimas amistades. La senda de los malos perecerá.
¿A quién le echo la culpa de lo que me sucede? ¿A lo interno a lo externo? ¿A lo que hago o al destino sin tino? No eres una causalidad sino una Causalidad. Si tienes el locus de control bien consciente, serás menos llorón y más responsable y siempre tendrás la respuesta a la pregunta ¿Por qué me pasa lo que pasa? Las realidades de tu vida siempre salen de adentro. Construyes una explicación desde tus deseos.
Todo efecto proviene de una multi causalidad. Dos causan un desastre. Dos unidos y reunidos para un propósito de éxito y de bendición lo hacen posible por multi causalidad. Hay factores que uno no controla como la política de los gobernantes, pero al menos, voy a ser responsable de mi vida con mi propia vida. Haré las mejores decisiones para reinar en vida y libertad. Tenemos la capacidad de convertir una crisis por una oportunidad.
¿Por qué si estoy en Dios me pasan estas cosas? Porque precisamente están en Dios. Están en Dios con propósito. A José le pasó lo de la cárcel con la esposa de Potifar que lo denuncio por violador de mujeres. José no lo entendió, pero después Dios movió las circunstancias a su favor porque el propósito era sacarlo de la celda para llevarlo al trono de Egipto como el Faraón administrativo o ministro de haciendo y de comercio internacional. De la celda al trono, porque fue una prueba con propósito. Si ves que Dios está en el asunto, no te preocupes, hay un propósito activo. ¿Qué tienes que aprender de cada suceso? En esto último, ya sabes porque te pasa lo que pasa. Dios te puede mover de un lado a otro. De una persona a otra. De un empleo a otro. De un país a otro. A los que aman los propósitos de Dios, todas las cosas les ayudan a bien. Dr. Rey Estrada

コメント