top of page

MI LIBERTAD INTERIOR

¿Qué es mi libertad interior? Es mi independencia espiritual. El propósito de la libertad interior es disfrutar el estado interior intimo. ¿Qué significa este estado interior? Que la persona no depende de elementos externos para estar en libertad con los efectos de serenidad, tranquilidad y paz interior. La persona no admite que un algo o un alguien externo lo manipulable con ninguna circunstancia exterior.

¿Cómo sostener mi libertad interior? Tomando las riendas de tu propia vida. Quién toma las riendas de su propio caballo no necesita manejar las del jinete ajeno. Quién toma asume sus decisiones. Por decisión es que yo hago mi estado interior y sostengo mi libertad en tiempo presente.

¿Cómo? Dejo de depender de lo que sucede fuera de mí para tomar mis decisiones y las tomo desde mi comprensión que yo tenga para actuar frente al medio o el mundo externo. Significa que en mi interior voy a encontrarme al Dios de paz y significa que no dependo de otros para mantener mi paz. Aunque exista algo externo que esté influyendo sobre mí, significa que yo estoy permitiendo que eso suceda. No es culpa de las situaciones externas, no importa qué tipo de situaciones puedan ser esas, si alguna situación externa influye sobre mí, yo lo estoy permitiendo. ¿Por qué lo estoy permitiendo? porque tengo limitaciones, porque tengo traumas, porque tengo miedos, porque mis sentimientos me traicionan… por diferentes razones, lo importante es que yo reconozca que el problema está dentro de mí y no fuera. Ahí ya estoy empezando a asumir.

Sustentar mi libertad interior es el propósito de mi conciencia y desarrollo espiritual. Mi libertad interior, me permite soltar las amarras para dejar de ser un esclavo de lo de fuera siendo a la vez dependiente del Dios liberador.

¿Por qué lo externo o los externos nos obligan? Vas por la calle y te encuentras con alguien que te amenaza para que tú le entregues tu dinero, ¿Qué haces? ¿Te sientes obligado a entregar el dinero? Sí. Cuando alguien te obliga entonces ya no eres independiente. La última voluntad nuestra es la de otorgar o no permitir. Estas dos opciones son tuyas. Lo que te puede llevar a tomar una u otra decisión es una evaluación de ¿Qué? De verificar cuál es la más beneficiosa para tu vida. Es mirar la ganancia primordial. Esto es que estás evaluando.

En la relación con una persona puedo evaluar: Le voy a dar gusto a esa persona, porque considero más valioso contar con su compañía que con mi orgullo, entonces le doy gusto, aunque no lo quería. ¿Él me manipuló? No, él hizo algo, puede ser que lo hiciera de una manera inadecuada (me amenazó de cualquier manera), yo tomé una decisión que yo evalué que era beneficiosa para mí, porque para mí era más beneficioso seguir contando con esa persona que tener una enemistad. Decidí eso porque era más beneficioso. Es mejor tener una buena relación que tener la razón. Yo pude haber evaluado otra cosa: El proceso de relación con esta persona no me está aportando a mi ninguna cosa, y es más beneficioso que esta persona no esté en mi vida. En ese caso decido no darle el gusto y yo me retiro o él se retira. ¿Ahí qué evalué? Nuevamente evalué un beneficio.


¿Qué aprendemos? Que las decisiones son vitales e importantes para mi estado interior o mi libertad propia. Las decisiones siempre se toman evaluando un beneficio, cuando yo aprendo a decidir. Si tomo la decisión desde orgullo, el orgullo no trae beneficios, el orgullo trae perjuicios, eso es aprender a decidir. Cuando una persona te amenaza con un arma y te dice: Ud. me entrega su dinero o yo le pego un tiro, tú vas a tomar una decisión evaluada desde beneficios: Mi vida vale más que el dinero que tengo en el bolsillo, por lo que es más beneficioso entregarle el dinero que salvaguardar mi integridad. ¿Qué decisión fue esa? ¿Quién la tomó? Yo. ¿En qué se basó para tomarla? En el beneficio. Hay un beneficio.


Ahora mirémoslo desde el orgullo: Ud. no me va a venir a quitar algo que yo me he ganado con tanto esfuerzo y me respeta mis derechos. Estoy evaluando en orgullo y la persona decide pelear. No sabe si va a ganar o no la pelea, el orgullo se lo mostrará después, o la ley de correspondencia se lo mostrará. Muchas veces cuando defiendo el orgullo me sale más costoso que si no lo hubiera defendido. En ese caso me quedo con mi orgullo y con el coste. Aprender a decidir es una técnica de sabiduría, lo que no es de sabiduría es: culpar al otro por la decisión que yo tomo, o sentirme mal por la decisión que yo mismo tomé, o culparme a mí, o actuar desde orgullo, eso no es de sabiduría. La persona que toma decisiones de sabiduría se siente satisfecho con su decisión, valora la razón por la cual la decidió, porque lo hizo desde una ganancia y se siente feliz de la fuerza interior que tuvo por hacerlo sin culpar a nadie, ¡Cuánto gano!, aún en el caso de una amenaza.

Mientras yo me sienta obligado es porque no estoy asumiendo mis decisiones, estoy culpando al otro. Cuando me siento obligado estoy culpando al otro. Nadie puede obligar a otra persona a tomar una decisión. Eso es imposible, lo que si hace la gente es amenazar, eso lo estamos haciendo todos los días. Puede ser que yo inconscientemente también esté amenazando a los demás y puede ser que los demás inconscientemente me estén amenazando a mí, pero las decisiones que yo tomo frente a las amenazas son mías.


Si tomo las decisiones desde la sabiduría me traerán ganancia y satisfacción, porque ese es el aprendizaje de la vida. Esto se llama aprender a decidir. En conclusión, para tomar las riendas de mi propia vida necesito aprender a decidir, necesito poder ser feliz y vivir en paz interior, independientemente de lo que pase fuera. Aun en el caso en que yo decida ceder ante una amenaza, eso no tiene porqué quitarme paz, no tiene porqué quitarme felicidad, porque mi decisión fue una ganancia.

Ante una amenaza tu decisión es de ganancia o de pérdida, parece que siempre es pérdida, pero no es así, porque ya estás frente a una situación de correspondencia del destino de tu decisión, o no habría sucedido. Y frente a esa situación tienes una posibilidad: ganar sabiduría, ganar manejo, ganar experiencia o de perder muchas cosas. Esa es tú decisión. Por eso hay un dicho de la sabiduría popular que dice: PERDER POR APRENDER NO ES PERDER porque lo que aprendes puede ser mucho más valioso que lo que pagaste por el aprendizaje. Cuando alguien te amenaza y tú le das gusto puedes decir: bueno, este curso me costó “tanto” pero fue valioso. Eso es lo que está sucediendo, estoy pagando un curso, estoy pagando un ejercicio, es como cuando vas al gimnasio; tú le pagas al dueño del gimnasio por hacer ejercicio, él no te manipuló, ni te amenazó, te trajo un beneficio.

¿Cómo sabrías que lograste tomar las riendas de tu propia vida? Paz, libertad interior, libertad total, 100%. Si yo no me siento 100% libre, yo tengo una limitación autoimpuesta (no me la ponen los demás), yo me la impongo a mí mismo. Dónde no hay movimiento, no hay vida. La vida implica movimiento. La vida son proteínas en movimiento. Si un ser cualquiera (no importa si es planta, animal, u hombre) no hace nada, no tiene movimiento, desaparece. ¿Qué pasa si una planta no absorbe minerales del suelo?, ¿Qué pasa si no toma el oxígeno? y ¿Qué pasa si no toma la energía del sol? Se muere. ¿Qué pasa con un pajarito que se queda acostado en el nido? Se muere.

El verdadero trabajo del ser humano no es cambiar el mundo, es alcanzar el reino de su libertad interior o el estado total de la independencia espiritual: una persona llena de amor, llena de paz, llena de felicidad, que no depende de nadie para mantener esa situación; ese alcanzó el reino de Dios en su interior. Dr. Rey Estrada- reyestrada26@gmail.com



 
 
 

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating

Apóstol Dr. Rey Estrada. Somos Reino. Derechos Reservados - Años 2015-2025

bottom of page