¿Qué es un juicio? Es un pensamiento en el que se afirma o se niega algo. Es la habilidad de juzgar provisionalmente un asunto, a una persona o una cosa. Un juicio supone el establecimiento de la conexión entre dos o más conceptos, de ahí, que el ejercicio le corresponda a tu libre albedrío (La Causa). Dentro de nuestro mundo cognitivo manejamos dos clases de juicios: El juicio posible y el juicio factico.
JUICIOS DE FACTICIDAD
Por ejemplo, cuando pensamos en lo que hicimos ayer, por lógica, emitimos un juicio de facticidad. El pasado no puede cambiarse. Lo que sucedió, ya forma parte del pasado y no es posible que modifiquemos el pasado. Esto es un juicio de facticidad. Lo que pasó pasó.
JUICIOS DE POSIBILIDAD
Pensamos que a pesar de que estoy bien en el trabajo, puedo obtener un empleo mejor. En el dominio del amor, pensamos que podría mejorar la relación con mi pareja. En el dinero, tal vez nos proponemos comenzar a ahorra más por mes. Todo esto denota la posibilidad del cambio. Estamos emitiendo juicios de posibilidad. Cuando involucramos al mundo emocional, solemos caer en estados de confusión, y esta distinción, entre lo fáctico y lo posible, se confunde.
CUANDO CONFUNDIMOS LO FÁCTICO
Estamos intentando cambiar el pasado desde el presente. No aceptamos (desde nuestro mundo emocional) que aquello que sucedió no puede ser cambiado, e insistimos desde el hoy, que las cosas no deberían haber sido como fueron. Una cosa es juzgar que el pasado fue injusto, y otra cosa es negar el pasado.
CUANDO CONFUNDIMOS LO POSIBLE
El lenguaje del juicio dice: “Yo soy así, no hay nada que pueda hacer al respecto”, “no es posible que yo consiga un trabajo donde pueda hacer lo que me gusta, hace 30 años que hago lo mismo, ya es tarde”, “esta es la relación que me tocó tener, él/ella es así, y no se puede cambiar”. Este es un juicio de posibilidad como si fuera fáctico. Es decir, en aquel lugar donde es posible hacer un cambio, nos resignamos a que no hay forma de modificarlo.
Los juicios de facticidad y los juicios de posibilidad: Piensa en los problemas que te aquejan hoy. En un papel, haz dos columnas. De un lado coloca aquellas cosas que no pueden ser cambiadas, y del otro lado, coloca aquellas que sí puedes cambiar. Comparte este papel con una persona de confianza, y pregúntale si piensa igual. Verás que, en general, tendrán opiniones diferentes. Si das con una persona optimista, estoy seguro que te hará ver que algunas cosas que has considerado imposibles de modificar, pueden modificarse. Por otro lado, es posible que algunas cosas que pretendes cambiar, se relacionan con juicios fácticos, y ya no pueden cambiarse. Te ayudará a dividir, antes una misma situación, las cosas que ya no pueden cambiar de las que sí puedes actuar.
Si encuentras juicios de posibilidad donde había juicios de facticidad, actúa.
LA ACCIÓN MATA AL JUICIO DE FACTICIDAD
Por el contrario, si tenías juicios de posibilidad, donde corresponden juicios de facticidad, acepta.
LA ACEPTACIÓN MATA AL JUICIO DE POSIBILIDAD: LIDERAZGO Y JUICIOS FÁCTICOS
Una de las cosas que hacen los grandes líderes, es convertir juicios de facticidad en juicios de posibilidad. Aquello que nadie hubiera pensado que podía cambiarse, ellos lo logran. Ojo, a veces esto puede provocar mucha frustración, si a mitad del camino te das cuenta que no era posible, por eso la importancia no solo la viabilidad de nuestros objetivos sino también nuestra auto tolerancia cuando no conseguimos los resultados que deseamos.
NEGAR LO FACTICO DA LUGAR A QUE GERMINE UNA RAÍZ DE ESENTIMIENTO
QUÉ ES RESENTIMIENTO: El resentimiento es uno de los estados de ánimo dañinos para los individuos y para la sociedad. Uno puede tener resentimiento hacia una persona, hacia un grupo de personas, a un país, a una raza, a una religión, y hasta podemos estar resentidos con la humanidad y la vida. Cuando estamos en resentimiento, nos volvemos esclavos de aquel que nos hizo daño, porque estamos pendiente de su accionar a cada momento, como cazador que vigila a su presa. No nos damos cuenta, de que mientras planeamos nuestra venganza, somos nosotros los que nos sentimos atrapados entre lo que debería haber pasado y lo que realmente pasó.
El resentimiento es hermano de otros estados emocionales, como el rencor y el odio. Una frase interesante dice “EL ODIO ES COMO TOMAR VENENO UNO MISMO Y ESPERAR QUE EL OTRO SE MUERA”. El resentimiento se genera por un diálogo interno conformado por las siguientes 6 frases que nos decimos. Esto se denomina, reconstrucción lingüística de los estados de ánimo.
RECONSTRUCCIÓN LINGÜÍSTICA DEL RESENTIMIENTO
1-Alguien hizo algo que me perjudicó en el pasado: El resentimiento siempre refiere a hechos del pasado. En el pasado, alguien hizo algo, y yo he salido perjudicado. Hay que observar que no alcanza con esta mera afirmación para que haya resentimiento. Alguien pudo haber hecho algo que me perjudicó, pero no obstante lo he superado, o me he enojado y se lo hice saber, o me pidió perdón y asunto estaría cerrado. Por lo cual, es necesario que existan otros elementos para dar lugar al resentimiento.
2-Eso que sucedió fue injusto: En el resentimiento siempre reina un sentido de injusticia, y la idea de que debería hacerse justicia. Es importante que esté el sentido de injusticia para que haya espacio al resentimiento. Sin embargo, uniendo las dos primeras frases, aún no dan lugar al resentimiento. Podría haber sucedido algo que me perjudicó y fue injusto, pero luego tuve una conversación con esa persona en donde hicimos las paces y el asunto quedó cerrado. El sentimiento de injusticia también se alimenta de la incapacidad de no haber podido expresar el enojo. ¿Por qué no podemos expresar el enojo? Generalmente por falta de poder. Un niño abusado por un adulto mayor, no expresa su enojo porque el mayor es para él, una autoridad, puede ser tratado como mentiroso o puede recibir más maltrato por el solo hecho de haber abierto la boca. Además, los niños tienen a asumir que algo mal han hecho para recibir ese abuso o esos golpes, existe en ellos un sentimiento de culpa, por lo cual, tienden a callar. El poder no solo se asocia a una figura de mayor edad. Nuestro jefe pudo habernos gritado y despedido, o acosarnos. El poder también lo otorga la fuerza física, o que sea un grupo muy grande. Las guerras son un ejemplo donde se siembra el resentimiento porque hay mayor fuerza en un bando que en el otro.
3-Eso que sucedió, no cumplió con las expectativas lo que se me había prometido o no cumplió con mis expectativas sobre lo que se esperaba: Ese sentimiento de injusticia nace de una promesa que se nos hizo y no se cumplió, o de ciertos comportamientos esperados por un individuo o grupo de individuos. Si un proveedor me paga con un cheque sin fondos, legalmente es una promesa de pago. Si le prometo a un amigo que mañana iré a su casamiento y no voy, es una promesa incumplida. Pero hay ciertas cosas que no prometen, y que aun así son esperables por estándares sociales. No es necesario prometer a mi esposa que no la golpearé. No es necesario prometer a la sociedad que no robaré a nadie. Esto tiene que ver con promesa implícitas, lo que se espera de un individuo en la sociedad. Sin embargo, aunque estén todas estas frases presentes, aun puede no existir el resentimiento. Si alguien me quiso violar y me defendí, le grite, y expulsé del hogar, es decir, si pude manifestar mi enojo en el momento del hecho, probablemente no haya más resentimiento, dado que ya hemos hecho pagar al otro por su accionar. O nuevamente, si pude abrir una conversación, y la otra persona y yo nos hemos perdonado, tampoco habría lugar para el resentimiento.
4- Eso no debería haber sucedido, no debería haber pasado. Esta frase es de suma importancia para dar lugar al resentimiento. Se trata de no aceptar lo fáctico. Lo que ya sucedió. Muchas personas que han comenzado a trabajar su resentimiento lo comprenden desde la lógica, pero emocionalmente, siguen luchando contra eso. No podemos negar lo que ya sucedió. Ya hemos escrito una nota sobre lo que sucede cuando negamos los juicios de facticidad. El pasado es fáctico, no podemos cambiarlo. Querer cambiar algo que no se puede cambiar, nos desgasta por dentro y por fuera. y es el primer paso para generar el resentimiento. Esto no quiere decir que tenga que olvidar, ni que pueda aprender de lo que paso, ni que deje de tener cuidados para que no se repita. En absoluto, solo significa dejar de luchar contra lo que pasó. Cada vez que traemos el pasado hacia el presente, recordando lo que sucedió, estrechamos el futuro. Cada conversación interna que tenemos sobre lo que no debería haber sucedido, nos cierra posibilidades cuando pensamos sobre el futuro. No obstante, para que haya resentimiento debe haber dos frases más.
5-No hay nada que pueda hacer para solucionarlo
Nótese la tensión que produce la frase 4 y la frase 5. Por un lado, no debería haber sucedido y, por otro lado, me niego yo mismo la posibilidad de resolverlo. Es decir, me niego a aceptar que pasó, y por otro lado me resigno a que pueda hacer algo. Sugiero leer el artículo sobre los juicios de posibilidad y la resignación.
6-La persona o grupo de personas que me provocó todo esto, debe pagar. Esta es la sentencia final del resentimiento. Como mencionaba antes, se asocia al sentimiento de venganza, rencor y odio. A un deseo de que, en algún momento o en algún lugar, yo o la vida, harán justicia. Cómo si el daño en el otro reparara mi pasado.
No nos engañemos, el daño psicológico, material o de cualquier índole, no queda reparado cuando el otro queda perjudicado, sino cuando el otro, toma acciones para resarcirme, ya sea pidiendo perdón, pagando una cifra de dinero, o realizando una acción reparadora. El daño en el otro, lo único que hace es satisfacer nuestro deseo de venganza.
EJEMPLOS DE RESENTIMIENTO
Para resumir y poner más fácil todo lo explicado sobre el significado del resentimiento, veamos algunos ejemplos. Supongamos un niño que sufrió bullying por un compañero de la escuela y repasemos las frases de su diálogo interno.
1-Alguien hizo algo que me perjudicó en el pasado
Esto está muy claro, la persona fue objeto de cargadas, bromas, y hasta golpes. Ha sido perjudicada por el accionar de otra persona. Primer paso para el resentimiento.
2-Eso que sucedió fue injusto y
3-Eso que sucedió, no cumplió con lo que se me había prometido o no cumplió con mis expectativas sobre lo que se esperaba. Los estándares sociales nos indican que, si yo no le hago daño a alguien, no es esperable que esa persona me haga daño. En este caso, no existe una promesa, sino una expectativa que no se cumplió. Por lo tanto, es entendible el sentimiento de injusticia. Otro paso importante para el resentimiento. Sin embargo, es preciso revisar si la persona que fue objeto del bullying, no cometió alguna injusticia sobre quien le hacía bullying. Por ejemplo, podría ser que el primero le contó al profesor que su compañero se copiaba. En este caso, la víctima también fue victimario. No es para nada justificable el bullying, lejos de eso estoy, pero es conveniente revisar los actos del pasado. Porque cuando los vivimos, los percibimos desde el niño que éramos, y quedan grabados así. Desde el lugar de adultos, una forma de disolver el resentimiento es, revisar nuestro propio actuar.
4- Eso no debería haber sucedido, no debería haber pasado.
Ese juicio que hacemos cuando estamos habitando el resentimiento es fundamental. Quien recibió bullying lleva consigo la negación de lo que sucedió. Un primer paso es aceptarlo. Repito, no implica olvidar, sino dejar de luchar contra lo fáctico, lo que no se pueda cambiar.
5-No hay nada que pueda hacer para solucionarlo
Aquí es donde más podemos actuar para disolver el resentimiento. Nos referimos a la posibilidad de abrir una conversación y manifestar un reclamo. Normalmente, nos quedamos en la queja o en la protesta. Muy lejos está del reclamo en donde se manifiesta la forma en que quiero ser resarcido. La queja o la protesta, no tienen nada que ver con el reclamo. el reclamo implica manifestar, explícitamente, la forma en que quiero que se repare el daño. En nuestro ejemplo de resentimiento, la víctima podría contactar al victimario, y generar una conversación donde le indique que le gustaría que le pida perdón. Suena algo loco, pero parte del coaching es hacer lo que necesitamos para sentirnos mejor. Justamente, es ese miedo al ridículo, a ser rechazado, a que no me escuchen lo que genera el juicio de que no hay nada que se pueda hacer.
6-La persona o grupo de personas que me provocó todo esto, debe pagar.
Quien sufrió bullying, queda con un sentimiento de odio a quienes se lo hicieron. Tal vez con el deseo de que les vaya mal en su vida, o de que tarde o temprano pagarán por ser así. Esta es la sentencia final del resentimiento. Dr. Rey Estrada. reyestrada26@gmail.com

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