“Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” Apocalipsis 5:10.
¿Qué es un idéntico? Es uno que es exactamente igual o parecido. Toda cosa que pueda ser igual a sí misma es idéntica. Es la cualidad de ser el mismo. En Apocalipsis 5:10 hay dos idénticos: somos Reyes idénticos y somos Sacerdotes idénticos. Significa esto que en el Reino no hay diferenticos sino idénticos. Pero somos un idéntico con identidad.
¿Qué es una identidad? Es el conjunto de rasgos o sesgos o características propias de un sujeto o de una comunidad. Una identidad es la conciencia que se tiene de sí mismo. Una identidad es una realidad interior. Una identidad se puede revelar o se puede ocultar. Una identidad es una visión propia.
Tanto lo idéntico como la identidad del Rey es una ley del Reino. Esta ley dice que “Toda entidad es idéntica a sí misma debido a su naturaleza”, por ejemplo: El Sol es idéntico, asimismo. Una manzana es idéntica, asimisma. Un burro es idéntico, asimismo, Un Rey es idéntico, asimismo.
Yo soy idéntico, asimismo, Yahshúa fue idéntico, asimismo. Una identidad es idéntica, asimismo.
Nunca podemos apartarnos de nuestra identidad. La identidad nos dice: “Identifícate” te quiero conocer. Yahshúa dijo: “¿Quién dicen los hombres quien Soy Yo”, ellos dijeron “¿Tú eres el Cristo “Mashiahj”, el hijo del Dios viviente”? Los discípulos descubrieron la identidad oculta de Cristo. Vieron en él al “Hijo unigénito de Dios” y conocieron su identidad de Rey.
Cuando tú identidad es idéntica a la mía, ya no somos una identidad dúplex. Somos Uno en el mismo Uno. Cuando somos muchos con la misma identidad, ésta es una identidad corporativa. La identidad en de “reyes y sacerdotes” es corporativa, es de Reino. La identidad de Rey es para gobernar el ego y la identidad de sacerdote es para adorar al digno. Rey y sacerdote son las dos cédulas o los dos Id del Reino.
La ley de identidad elimina la contradicción. Esto nos enseña que, si A es igual A, la segunda A no puede ser diferente a la primera, porque son del mismo género o sustancia, naturaleza o identidad. La identidad de “Rey” no puede contener diferencia ulterior o dentro de sí misma, no hay división interna, no hay contradicción, porque sólo contiene la Unidad del Uno.
El único terreno dónde realmente todos cabemos es el Reino y podemos lograr la vida práctica de la Unidad del Uno es en el Reino del hebreo ”Maljut” y del griego “Basileia”. Debido a esta conciencia de la misma identidad, es que ninguno es súbdito del otro, sino que todos somos idénticos o iguales en el Reino.
Yahshúa en Mateo 20:25-28 enseñó a los doce que los gobernantes de las naciones romanas se enseñoreaban de ellas, y que al ser grandes ejercen sobre ellas su potestad. Más en el reino no será así; porque el que se crea grande solo debe ser vuestro servidor.
En el Reino, si A es igual A entonces no puede luchar con B, porque B no existe dentro de la ley de la identidad, esto significa que no hay polaridad en el Reino de Dios. Todos somos la A del Reino. Tú como Rey o como Reina de Dios no eres el puesto ni el opuesto de otro Rey o Reina del Reino. No eres polaridad. No eres el monopolo. Dónde hay polaridad existe el movimiento de pendulación, fluctuación o péndulo. En el Reino del Uno, no hay oscilación porque si la hubiera, habría dos fuerzas en alta competición y contraste. En el Reino no hay competición. No hay cables de alta ni de baja.
Premisa: Algo es lo que es y por ende existe por causa de su propia naturaleza o esencia individual.
¿Cómo reconocemos que algo es lo que es? Porque de su centro eje o esencia fluyen sus rasgos y observando a la esencia descubrimos sus características, por ejemplo: Un árbol es un eje y es una esencia fundamentada y debido a sus raíces, manifiesta el tallo, tronco, savia, ramas y fruto. Es una ley inalterable. Reconocemos algo que es dentro por lo que manifiesta afuera.
Si algo tiene una identidad, no puede tener otra, ya que ésta es única, esencial e individual. Entonces, si algo existe, cuenta con una serie de atributos que son consistentemente consigo misma.
Nuestra identidad no puede tener inconsistencias internas, “Un Reino dividido contra sí mismo cae”, por eso podemos decir que un gato no es un paracaídas, ni un árbol es un ser humano y que cada identidad es propia a su género, esencia, sustancia y existencia.
¿Cuál es tu identidad en Apocalipsis 5:10? Nuestro término “Rey” es del hebreo “Melek” y del griego “Anax” que significa realeza. Rey no es un personaje es un oficial divino, pero cuando rey está en alguien éste comporta una serie de atributos consistentes.
Esto de Reyes significa identidad, esencia, naturaleza y función. ¿Este Rey de Apocalipsis 5:10 nace o se hace? El asunto es que ya Dios nos hizo o fabricó “Y nos has hecho Reyes para nuestro Dios”. ¿Qué es Masháh en ti? No es tu cuerpo, porque un Masháh no puede morir, no puede marchitarse. Masháh es eterno. Tu espíritu es Masháh, es el Rey del Reino. A tu espíritu ya le dieron una identidad eterno presente. No necesitas orar por Masháh ni buscarla sino descubrirla y concientizar definitivamente de que ya estás fabricado Rey de Dios.
Un Masháh descubierto es un Rey revelado, expresado y manifestado. Nos enseñaron falsamente que todo lo de Apocalipsis era para el futuro después de muertos, pero hemos descubierto nuestra última posición en Cristo “Reyes”. Nuestra identidad no es lo que hacemos sino lo que somos. Uno no puede expresar lo que no es. Un árbol de naranja no puede expresar mangos, está llamado debido a la pulsión de su propio género dar naranjas. Lo que expresamos y hacemos es un reflejo de lo que somos.
¿Cuál es la urgente necesidad? La urgencia necesidad de todos es descubrir para la convicción nuestra identidad imborrable.
Un sistema eclesiástico no te da la identidad de Rey. Un rito tampoco. Una ceremonia mucho menos. Ser Masháh no es un acto es una esencia. Yo Rey Estrada no soy un acto, soy una esencia haciendo actos, manifestando actos y revelando mis atributos. La gente confunde lo que hace con quién es. Usted no es lo que hace. Lo que expresas y haces es un claro reflejo de lo que ya eres. Siempre has de manifestar lo que eres, es decir, la razón de tu sustancia ulterior. Tú identidad de Masháh no es el resultado de ir a un culto, de memorizar versículos, de imitar métodos, ni tampoco es un asunto de títulos ni de rangos. Tu identidad es una expresión real. Ya entiendes que eres un Masháh y esa es tu constante identidad imborrable. Vive Masháh. Vive majestuoso.
¿Cuál es la función de un Masháh? Es Reinar es gobernar. Es tener en la mano el cargo y el encargo. No se puede Reinar sin tener a la mano las funciones de ello. Quién Reina, tiene el control de los acontecimientos. Reinar es sobresalir a una cosa. Reinar es estar por encima de lo que está debajo y por debajo en el inframundo. Es Reinar sobre el trasfondo, sobre el subterráneo, sobre lo inferior, sobre lo esclavo, sobre lo adicto. Si has de empoderar tu manifestación de Rey en esta tierra, tienes que elevarte, ascender, evolucionar tu entendimiento y trascender. Jamás los Reyes del Reino “Involucionan” ¿Qué es? Es producir un retroceso. Es para el proceso.
Permíteme algo: Cuando tenía 12 años de edad, mis padres me enviaron a estudiar para ser sacerdote católico a un seminario lejos de Medellín Colombia. Estuve allí dos años. Fui expulsado, porque desobedecí la orden de que “solo el papá y el arzobispo podía leer la biblia” y en aquel tiempo aprendí a leer latín. Aquella prohibición despertó en mí la curiosidad de leerla y a las dos de la madrugada, me fui a la biblioteca y abrí al azar una biblia grande en latín y mis ojos leyeron a Mateo 6:33 “Buscad primeramente el Reino”, por esta desobediencia me echaron del seminario, pero me quedó grabado el versículo. A los 17 años conocí al Señor y el amigo que me habló de Cristo, me regaló un nuevo testamento azul de los gedeones y lo abrí y mis ojos volvieron a leer a Mateo 6:33 y la palabra Reino me marcó mi vida y desde ahí he sido un “Hombre de Reino”.
Llevas 20, 30, 40 años en el conocimiento y nunca te dijeron que eras un Rey o una Reina del Reino. Dónde hay Reino hay Rey. Te escondieron tu identidad imborrable, y por eso te la pasaste de iglesia en iglesia y de culto en culto buscándola. Te la pasaste como el Lázaro del evangelio “mendigando” tu identidad. Nadie te la enseñó ni explicó, cuando tu gran identidad de Rey ya estaba escrita en la biblia desde hace 21 Siglos.
Entiende la función de un Rey, por medio de este ejemplo análogo:
-Un cachorro de León fue abandonado por su manda a su suerte. Un Pastor de ovejas lo rescató de manos de los depredadores de la pradera y lo llevó al corral de las ovejas, dentro de poco tiempo el pequeño león se acondicionó al rebaño
-El cachorro creció entre el rebaño y por asociación llegó a creerse que era una oveja más de la manada, jugaba con ellas y se movía bien entre ellas. De repente, soltó un rugido de León y salió despavorido. Pasaron los días y bebiendo agua del arroyo, se espantó de nuevo volviendo
-Ninguna de las ovejas sabía que había asustado al León y éste no entendía porque ellas no habían huido igual que él, ¿Qué lo había asustado? Ver el reflejo de su propia imagen en el agua.
-Pasaron las semanas y el cachorro se encontró solo lejos de la manada de ovejas y sin previo aviso un León adulto se paró al lado de él de forma amistosa, pero no tenía temor y esto lo sorprendió y su instinto de León se despertó, su naturaleza real se hizo evidente, él no era una oveja sino un León.
-¿Qué hizo el Leoncillo? Ya lejos de las ovejas, dejo de creer que era una oveja y aceptó su nueva realidad, él había nacido para reinar, ¿Qué fue lo que pasó? El Leoncillo hizo el descubrimiento de su yo real al ser confrontado con su imagen original y esto le cambio su vida para siempre.
Lo mismo nos pasa a nosotros. Nosotros no nacimos Lázaros o mendigos, nacimos Reyes. No nacimos católicos ni evangélicos, mormones, judíos, budistas, jansenistas, adventistas, pentecostales o carismáticos, nacimos Reyes. Rey es una identidad superior y está por encima de cualquier otro título bíblico que encuentres.
¿Quién despertó la esencia del Leoncillo? Otro León. ¿Quién te está despertando tu identidad imperial? Otro Rey como Yo. Sabes que mis dos nombres son algo curioso, me llamo Reynaldo León, soy el “Rey León”. Entonces este otro León te viene despertando.
Yo te estoy confrontando con tu origen y naturaleza imperial. Esta es la ley de identidad “Toda entidad es idéntica a sí misma”, Tú y Yo no somos diferentes. Yo no soy León y tú Oveja. En el Reino: El León no está sobre la oveja. Ambos somos Reyes del Reino Uno. Ninguno de los dos es súbdito del otro. ¿En qué Reino viven los Leones? Dentro de su manada. Los Reyes viven dentro del Reino. Tú no te habías dado cuenta de esto; porque el sistema del iglesismo y religioso te había acondicionado o domesticado. Te habían nublado tu identidad, peor eso te pasaste buscando identidad, poder, unción, realización, cuando en sí, todo esto, ya estaba escrito por Dios para ti.
¡Ya descubriste tu identidad, te pregunto ahora ¿Qué harás con ella? ¿Aceptarás el desafío de ser el Rey León o te quedarás minimizado como oveja? ¿Qué es una oveja? Es un seguidor silencioso. La oveja es un animal que se cría en la domesticidad. De ella el Pastor se aprovecha de su lana, carne y leche. Ella es seguidora sumisa, no protesta, no analiza, no abre su boca, no identifica nada. Las ovejas no tienen la capacidad de encontrar pastos jugosos y abundantes por sí mismas. Una oveja no es líder como un León o como un Rey, solo es súbdita del pastor. Si aceptas el quién eres, el cómo será algo, será algo que progresivamente desarrollarás. Entonces, ocupa tu lugar en el reino eterno presente. Tienes que tomar una decisión de calidad para que entres en las glorias de los Reyes de Reino.
¿Quién se beneficiará de tu nueva identidad? Tu familia, tus amigos y hasta tus enemigos. A todos nos llega el momento el “descubrimiento” por medio de otro León.
Vuélvete León ayudándoles a otros a descubrir su identidad real. ¿Cómo se llamaba Pedro antes de descubrirla? Simón hijo de Jonás. Simón significa ambivalente y Pedro piedra extraída de la roca. ¿Cómo se llamaba Pablo? Saulo de Tarso, y ¿Cómo descubrió Jacob su nueva identidad? Cuando Dios le dijo te llamará Israel “príncipe de Dios”.
Nunca te realizarás como Rey hasta que no seas tú mismo y lo que eres. Cuando uno descubre y reconoce su identidad, ve su imagen en el espejo del agua como la vio el cachorro de León y vive por esa imagen y esa hermosa imagen lo controla o gobierna para toda la vida.
Di conmigo: Soy un León y no una Oveja. Soy un Rey y no un Mendigo y pedigüeño. Nací para Reinar en vida, plenitud y libertad. Aceptó mi nuevo nivel de conciencia. Desde hoy seré lo que Dios dice que soy. Hoy tomó mi identidad. Nunca me dejaré condicionar mi vida a un nivel inferior a mi realidad original y espiritual. Aceptó mi lugar y me dispongo a vivir mi mejor vida a partir de hoy en el reino eterno presente de Dios. Te dije antes que reconocemos algo por sus rasgos características y que un árbol es árbol debido a su esencia, a sus raíces y frutos. ¿Qué nos enseña esto? Que este descubrimiento supera el condicionante y que sólo se puede descubrirse algo que ya existe.
Premisa: Sólo se puede descubrir y manifestar algo que ya existe.
Si descubriste un tesoro era porque existía, aunque estaba oculto en la cueva en las montañas o debajo de la tierra. Dios creó Reyes no seguidores. Dios tiene un reinado no un rebaño. Dios tiene Leones no Ovejas, y ¿Cómo paso de seguidor a Rey? Haciendo un cambio de creencia o de imagen, es decir, como se dice en estética “un cambio de look”. Haz tu cambio de mentalidad. Tu cambio de creencia. Tu cambio de actitud. Tu cambio de paradigma. Eres un Rey, toda una gran majestad.
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