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LA EXISTENCIA DE UNO

Foto del escritor: Dr. Rey EstradaDr. Rey Estrada

¿Qué es la Dualidad? La dualidad solo son dos divisores del Uno. Lo que Dualidad revela es que sin ella no es posible la Unidad. El número Uno es el primer, es el primordial y es único. ¿Qué son los números dos, tres y cuatro ante el Uno? Sólo son divisiones del Uno. Por ejemplo: El número 2 es un 1 polarizado. El hombre es el ser del Dos: Dos manos, Dos pies, Dos testículos, Dos ojos, Dos orejas, Dos hemisferios cerebrales, Dos riñones etc. El hombre tiene dos polos relacionados o conectados y que actúan en estéreo el uno sobre el otro para producir Uno solo Ser llamado el Hombre. Individualmente en sí no existen, sólo existe el Uno. La Biblia dice: Los Dos serán una sola carne, Génesis 2:24.


Se ha pensado que el Bien es como el 1 y el Mal es como el 2 !Error! ambos monopolos no pueden existir separados. El Bien no existe separadamente para enfrentarse al Mal. Son irreductibles e inseparables. El Bien es un aspecto de la Unidad y es una parte del Todo, pero sigue conectado con dicha Unidad.


Hay un sólo número Uno: Los Dos aspectos como el Bien y el Mal sólo son divisiones del múltiplo Uno porque el Uno contiene a los Dos aspectos, porque son Dos caras de la misma moneda. Sólo es necesario conocer el Uno, porque éste contiene todos los demás números. No puedes ir a buscar el Bien en el Mal ni el Mal en el Bien porque ambos están en el Uno que es el Hombre.


Aunque el Hombre se dividan en Dos: alma y cuerpo, individualidad y personalidad, interior y exterior, arriba y abajo, espíritu y materia, emisivo y receptivo, cóncavo y convexo, bien y mal, sigue siendo Uno. Podemos también dividirlo en 3: espíritu, alma y cuerpo o en cabeza, tronco y miembros, o cabeza, pulmones y vientre, pero siempre sigue siendo Uno. Nuestra gran visión debe ser siempre ver el Uno, porque en sí no hay ni Dos, ni Tres, solo hay un Entero. La unidad es, pues, lo primordial e interesante. Cuando dividimos al hombre, lo mutilamos, lo mortificamos, lo disgregamos, mientras que, si lo vemos siempre en su Unidad, lo veremos en vigor y la Unidad aquí es la Vida.


El número Uno es la armonía: El Uno es la plenitud, es la inmortalidad, es el cielo, es Dios, mientras que los demás números 2 y 3 y 4 ya son la disgregación. El 2 es la guerra, el antagonismo: El bien y el mal, el día y la noche, el papá y la mamá. El 3 es el Hijo mediador que los reconcilia por un momento; es el hijo que dice: «papá, mamá, ¡no discutáis!…» y les abraza, los vuelve Uno. Entonces, por amor al hijo, los dos hacen un poco las paces, pero siguen discutiendo por separado. Solamente en el 1 se encuentra la paz y la armonía.


Tenemos que ir más allá del bien y del mal: El bien no basta, porque hasta ahora no ha logrado resolver el problema del mal, puesto que está siempre en guerra contra él y no consigue vencerle. Y el mal tampoco consigue fulminar al bien; lo combate, lo desafía, lo persigue y lo extermina, pero el bien siempre renace, crece y se propaga por todas partes, porque está inclinado a la Vida. Nada que hacer con el bien y el mal, hay que estar por encima de ellos en la Unidad y en la Vida.


¿Qué había en el Edén? Había un Dos: El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, y el Árbol de la Vida y había Dos seres humanos: Adán y Eva. Esos Dos podían comer de ambos frutos. Si Adán/Eva hubieran comido de la Unidad del Árbol de la Vida, hubiesen estado por encima del Dos o del Bien y del Mal. Cuando ambos fueron expulsados del Edén por transgresores a la ley dictada, se inició la era del Dos: Una veces el bien y otras veces el mal; unas veces la alegría y otras veces la tristeza; nos sentimos bien y después estamos enfermos; somos felices y después desgraciados.


Esta división y experiencias en el hombre son la clara manifestación del número 2 en el mundo. Para que esta lucha cese debemos remontarnos a la fuente de Unidad y comer de los frutos del Árbol de la Vida. ¿Y cómo volver a la unidad? El libreto de Génesis 3 dice que Dos ángeles armado con una espada llameante impedía la entrada al Paraíso… Sí, pero existe, solo un medio de entrar al Paraíso y es el Amor. Ante el Amor los Dos ángeles deben abrir el paso. Entonces, el Árbol de la Vida existe en nosotros y está ahí y es real, podemos tener acceso a él y comer de sus frutos, pero primero debemos entrar en la escuela del Amor sin condición.


El énfasis hoy en día es el Dos y no el Uno: Se eleva la dualidad por encima de la Unidad. Desde la cultura del Mitraísmo Persa se presenta al Diablo como un adversario de Dios. Muchas ramas del cristianismo los han convertidos en rivales, en deidades en constante batalla, nadie le gana al otro. En el Iglesismo se canta aleluya cuando se ve que han exorcizado o liberado a algún poseso, pero en el culto del domingo surge otro poseso y ganó el diablo en la semana y Dios queda relegado. Dios no tiene adversario y no puede tenerlo, todo se inclina ante Él, ante su Unidad, todo le obedece, porque es el Creador. Nosotros, sí, tenemos a otros seres humanos como nuestros adversarios, porque somos ignoramos y transgredimos las leyes de la Unidad.


En lugar de evolucionar involucionamos. Lo único que puede salvar al hombre moderno es la Unidad, el poder del Uno. No hay otro Dios que Dios y no hay otra Unidad que la Unidad. Por encima de la dualidad, de la polaridad, está el Uno. Lo que necesitamos es la manifestación del Uno, y volviéndonos siempre al Uno. el Dos sólo existe aisladamente en las clasificaciones, en los análisis, en las matemáticas, en los esquemas, pero la gran realidad es esta "Todo solamente Todo es y será comprendido cuando Todos estamos en el Uno. La Unidad es la única riqueza que existe. Es lo único que transforma. La Unidad es naturaleza divina. Dr. Rey Estrada. reyestrada26@gmail.com




 
 
 

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Dr. Rey Estrada (Apóstol) - Derechos Reservados - Años 2015-2025

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