La esencia D revela el contenido: La esencia D es la esencia de Dios en mi espíritu. Una esencia sin contenido no tiene sentido. Esencia es todo lo que es estructuralmente es, es decir, por nacimiento, creación y naturaleza. Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. Lo que es nacido de la carne, carne es. Espíritu es esencia. Carne es esencia. Dios es Espíritu, la es identifica la esencia de Dios que es Espíritu. Hay dos clases de esencias: La esencia adimensional y la esencia dimensional. El cuerpo físico es una esencia dimensional porque tiene pesio, altura, anchura, se puede pesar, calcular, toca y medir, pero es una esencia que muere. Las esencias adimensionales no muerte, porque son eternas. Son propias de la divinidad.
El hombre fue creado con dos esencias primordiales: La esencia del espíritu y la esencia del cuerpo. Cuando en Génesis 2:7 el Eterno sopló sobre el cuerpo, produjo al alma para que el hombre fuera un Ser Viviente. El alma es una reacción. Siempre estará reaccionando dentro del cuerpo físico. Reacciona volita, mental y emocionalmente.
Las cualidades de la esencia D: Su luz, unidad, contenido, divinidad, totalidad, conciencia, magnificencia. La esencia es una sola entidad, es un solo estamento, es una sola cosa. Dentro de la esencia no hay debate ni partituras, ni división. No se puede estar dividido en una esencia. No admite dualismo. La esencia tiene belleza. La esencia tiene voluntad. La esencia tiene infinitud. La esencia es la energía inteligente. Lo único que puede transformarte es la obediencia al contenido de la esencia. La esencia no puede tener vacío, porque entonces, desde el vacío no daría nada, no enseñaría nada. La esencia es la que educa al alma en sus tres dimensiones: mente, emoción y voluntad. El alma que se deja educar por el contenido de la esencia es el alma que evoluciona, progresa y trasciende por encima de sus límites presentes.
La esencia tiene ojos para ver u observar desde adentro al mundo de afuera. La esencia es el observador. La esencia lo que observa lo captura, pero no lo hace para ahogarse asimisma, porque nada puede sofocar a la esencia, pero captura para enseñar y educar al alma del sujeto. La esencia trae y atrae lo de afuera para transformarlo adentro. Cuando la esencia observa no es para adquirir conocimiento de lo que sus ojos capturan, es escudriñar el comportamiento del alma del sujeto para enseñarle el cambio para la corrección y que esta sea feliz y quede satisfecha.
Cuando la esencia D observa, aplica la sabiduría y la manifiesta: Ante el rey Salomón dos mujeres estuvieron presentes con un niño. El rey no sabía a quién le pertenecía. La esencia ve más de lo que el ojo ve. Todo lo que es y ah de ser siempre se encontrará en la esencia del espíritu a quien le habita la presencia de Dios de manera continua. Todo lo que necesita se encuentra en Su esencia divina. En la esencia todo lo que conozcas es todo lo que tienes.
Dos mujeres vienen a Salomón con un problema difícil. De resolver. ‘Esta mujer y yo vivimos en la misma casa,’ explica una: Yo di a luz mi bebé, y dos días más tarde ella también dio a luz a su bebé. Una noche, el bebé de ella murió. Pero mientras yo estaba dormida, ella puso su bebé muerto a mi lado y se llevó a mi bebé. Cuando desperté y vi a un bebé muerto, noté que no era el mío. Al oír esto, la otra mujer dice: ‘¡No! ¡El bebé vivo es mío y el muerto es de ella!’ La primera mujer contesta: ‘¡No! ¡El muerto es tuyo y el vivo es mío!’ Así discuten las mujeres ante el rey. ¿Qué hizo Salomón? La sabiduría de la esencia D le muestra una espada al rey, y cuando se la traen, dice: Corten en dos el bebé vivo, y den a cada mujer la mitad. ¡No! grita la verdadera madre! ‘Por favor, no maten al bebé. ¡Dénselo a ella!’ Pero la otra mujer dice: ‘No nos lo den a ninguna de las dos; córtenlo en dos. Ahora Salomón dice: ¡No maten al bebé! Dénselo a la primera mujer. Ella es la verdadera madre.’ Salomón sabe esto porque la madre verdadera ama tanto al bebé que está dispuesta a dárselo a la otra mujer para que no lo maten. Cuando la esencia D observa discierne la verdad y la manifiesta.
Los cinco contenidos de la esencia son: Contenido de conocimiento. Contenido de verdades. Contenido de valores. Contenidos de leyes espirituales y universales. Contenidos de principios fundamentales.
Cuando la esencia D observa, discierne la necesidad del otro, y la cubre: El que tiene bienes de este mundo y ve a su prójimo padecer necesidad y no la cubre, ¿Cómo puede morar en él el amor de Dios? El propósito del amor es cubrir. Sino hay amor cubriendo, no hay Dios manifestado. El que tiene bienes debe reconocer que vinieron de la providencia de Dios. Mía es la plata. Mío es el oro. Mía es la tierra y su plenitud. Los dos postulados de la esencia D son: Si tienes aporta. Si necesitas toma. La esencia D educa tu corazón. Lo entrena para el dar. Lo libera del egoísmo.
Una necesidad es una carencia que va unidad al deseo de ser cubierta. Para satisfacer las necesidades necesitamos bienes y servicios y estos son dos elementos que pueden cubrirlas de una manera directa o indirecta. Un bien es algo material. Un servicio es algo inmaterial. Un hombre que iba de camino de Jericó a Jerusalén fue asaltado. Lo despojaron de todo. Lo dejaron moribundo. Pasó por el camino un sacerdote, lo vio y siguió derecho. Pasó luego un levita, lo escuchó pedir ayuda y también siguió su marcha. En seguida, se detuvo un samaritano que no era funcionario del templo judío como lo fue el sacerdote y el levita, se bajó del caballo, abrió sus manos, sacó elementos de sus bienes y lo ayudó prestándole sus primeros auxilios, y luego lo acomodó en el próximo hotel del camino o mesón que al regreso cubrió con dinero las necesidades de aquel moribundo. Esto solo hace quién permite que el amor de su esencia fluya para el bienestar del otro.
Cuando la esencia D observa, libera al débil de la condenación: se denomina condena a la causa y al efecto. Se trata de una sentencia que una ley impone al incumplidor tras un juicio. Toda condena está asociada a una sentencia. La condena es la resolución judicial que le pone fin a un litigio. La sentencia le muestra la razón al reo obligándola a cumplir con las obligaciones. Si el acusado es inocente queda libre o absuelto. Hay sentencia condenatoria y sentencia absolutoria. Condena condicional es la que suspende la ejecución de la sentencia, estableciendo que se retomará la sentencia si la persona reincide en el delito, de este modo, la persona tiene una libertad ambulatoria o condicionada.
Le trajeron unos fariseos a Yahshuah a una mujer judía sorprendida en adulterio, pero dejaron escapar al adultero. Le dijeron que la ley de Moisés ordenaba matar a piedra a las adulteras, pero que ellos querían saber que decía la jurisprudencia del Mesías. El, les dijo que, si alguno estaba libre de pecado interior que era superior al pecado del cuerpo, que mataran el cuerpo de la adultera. Todos redargüidos por la verdad, bajaron la piedra, y se fueron de su presencia. Y Yahshuah le pregunto a la mujer por los que le iban apedrear y ella le dijo que se habían ido y el Mesías le dijo: Vete en paz, pero no peques más. Yahshuah la liberó de una sentencia de condenación, pero ella se fue a casa bajo una condena condicional: No peques más. No reincidas.
Cuando la esencia D observa, salva al tentado de la caída para que evite: La mujer de su amo comenzó a seducir al joven José. Estaba ante un acoso sexual. La mujer está en ardiente pasión. Había activado todo el furor de su propia concupiscencia. Ella, vivía en la necesidad biológica y sentimental que quizás su marido no cubría en los tiempos oportunos. cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido y el contacto consumado es el producto de la caída. Esta era una mujer que estaba codiciando a José quién no quiso ni persistió en escucharla en su acoso sexual y huyó de su presencia. Huyendo es que José pudo evitar su caída con ella. Huir no es cobardía es prudencia y valentía. Huir guarda la distancia.
Cuando la esencia D observa, entrena al ofendido para que perdone: ¿Por qué cuesta tanto perdonar? Por la magnitud de la ofensa. Somos seres compuestos de acciones y emociones. Nos ofendemos porque alguien hizo y dijo y te lastimó que ha causado un dolor muy denso y tenso. Hay una incomodidad interna. Hay ganas de llorar. Hay ganas de venganza.
Los dos enfoques del perdón son: Cuando te agreden y sientes dolor y cuando tú agredes y sientes culpa. En ambos casos, algo se ha quebrado internamente. Ha causado una quebradura emocional. Toda lección genera un aprendizaje de ella. Perdón es la manera de elevar y equilibrar la conciencia. Cada quién sabe qué o quién causó contigo la ofensa. Sabes de algún modo el porqué. Sabes cuál es el hilo conector del asunto o problema. Cada quién sabe la consecuencia. Así como la ofensa causó el alejamiento, el perdón causa el acercamiento. Lo más importante de perdonar es la intención. El perdonar no es un sentimiento es una decisión.
Hay tres tipos de perdón: El perdón unilateral: Es el que no espera nada a cambio. Es el que no exige. Es el que no hace el castigo final. Este es el que fomenta el crecimiento espiritual y produce abundancia de paz interior. El perdón negociado: Es el perdón condicionado. En el que se hacen demandas, exigencias, pedidos de no volver hacer o repetir, y se pide algo a cambio. Este es el tipo de perdón que nace del Ego porque demuestra que el perdonador está por encima del perdonado. El perdón falso: No hay demostración honesta de perdonar. El sujeto vuelve a la ofensa. Repite la venganza. Hace solo una apariencia de perdonar solo para evitar el conflicto o la confrontación. Quién no perdona mantiene esa energía densa, oscura y baja que lo está minando y consumiendo lentamente. Todavía el corazón sangra.
Todos vivimos en una constante conjugación de lo que somos. El perdón implica sanación y crecimiento. Solo somos responsables de nuestras propias emociones y acciones. No nos toca controlas las acciones ajenas. Cada quién debe responsabilizarse por las suyas. El universo de nuestro interior necesita ser limpio, sanado y libre y esto lo hace el verdadero perdón que es el perdón unilateral.
Cuando la esencia D educa al alma es para equilibrarla y a su vez sanar al cuerpo. Cada vez que nuestra alma se vea agitada por algo o por alguien, vamos al interior porque la salida está en el interior, la salida te la da la esencia que te habita. Allí tienes toda la sabiduría para gobernar al alma, para educarla, para salvarla de tanta pena, dolor y congoja. Cuando conoces la esencia ella misma al ser obedecida te hará plenamente libre. Dr. Rey Estrada. reyestrada26@gmail.com

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