La honestidad es una cualidad que valoramos mucho en los demás. Una persona honesta se muestra tal cual es, dice lo que piensa, no finge, no engaña y se muestra transparente. Esto nos permite confiar en el otro, porque sabemos que se comporta con sinceridad y sin doblez y nosotros ¿Qué? Seamos conscientes de ello o no, no somos honestos con nosotros mismos ni tenemos un diálogo sincero con nosotros. Cuando no se es honesto consigo mismo se produce una disonancia entre el corazón y la cabeza que nos impide ser felices, encontrar nuestro propio camino, ser leales a nosotros mismos y querernos y mostrarnos como somos. Quien no es honesto consigo mismo le costará ser honesto a los demás.
Son muchos los elementos que nos pueden llevar a tener un diálogo insincero con nosotros mismos, a hacernos perseguir metas que realmente no nos interesan ni nos hacen felices. Cada uno, dependiendo de nuestras experiencias vitales, tenemos obstáculos diferentes que salvar y, hasta que no lo hagamos, no seremos honestos con nosotros mismos. Para hablar con uno mismo lo primero que tenemos que hacer es centrar la atención en nosotros, dejando a un lado todos los estímulos que nos apartan de ello. Desconectar de todo y darnos tiempo para reflexionar, para escuchar de verdad lo que nos decimos a nosotros mismos y no lo que creemos que nos decimos o lo que queremos escuchar. Escuchémonos sin miedo, sin hacernos reproches, valorando y teniendo en cuenta lo que pensamos, sentimos y deseamos realmente, permitiéndonos, de verdad, ser nosotros mismos. Dr. Rey Estrada. reyestrada26@gmail.com

Comments