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CÓMO DESCUBRIR MI MISTICISMO

Foto del escritor: Dr. Rey EstradaDr. Rey Estrada

Antes del año 500 antes de Cristo, no había todavía una gran conciencia mística. Si hubo gente mística como lo vamos a ver. ¿Qué es mística? Es el estado que resulta de la conexión del espíritu con el Espíritu de Dios. Al encuentro del hombre con la divinidad se llama mística.


Mística es del griego “Myein que es “Encerrar”. Místico es el que se encierra con Dios. La mística es individual no es colectiva ni de congregación. La mística representa la experiencia vivida de la espiritualidad y la contemplación. El estado místico no se puede expresar con palabras cuando esta en su manifestación cumbre que es el estado de éxtasis como vivió su estado místico Pablo en su experiencia del III cielo.


El éxtasis es el contacto del alma con la divinidad. Es un encuentro con tu Dios personal. En la mística se hace trascendencia de la ignorancia hacia la verdad. Es el estado de unión de lo humano con lo divino. En el estado místico donde hay revelación como Juan con las visiones de apocalipsis.


Yashuah en Mateo 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Esto es hacer mística porque se va a un encuentro de oración al Padre. Esto es oración individual. La mística busca esa conexión en forma directa. Esta es la base de la mística “encierro con”. Esta mística también se da en la relación sexual. Hay mística cuando hay encierro con la pareja, porque se hace un encuentro de éxtasis y orgásmico. La mística es orgásmica porque eleva al sujeto a esa conexión con lo divino.


La mística no es gregaria es particular. En el judaísmo se hacían oración de a 10 personas creando el paralelismo con las 10 Sefirot del árbol de la vida.

Yashuah dijo que cuando dos o tres se reúnen en su nombre a pedir al Padre. Aquí hay mística en el sentido de dos conectados con la misma divinidad, pero en sí, la esencia es conexión privada.


La congregación es algo social, pero la mística es algo individual. El místico hace una conexión directa con Dios y no necesita de la congregación o de la parte social. Su prioridad no es la gente reunida es su reunión con el eterno, por ejemplo, el místico sabe que la muerte no es algo congregacional sino individual, porque entiende que su reunión es con el Ein Sof o el infinito Dios.


El modelo de la mística es un Moisés en la cumbre del Sinaí, sólo en su hablar con Dios y no un pueblo abajo congregado al pie de la montaña. El místico sabe que en su reunión y conexión con Dios no necesita a un Moisés que tuvo que mediar entre Dios y el pueblo para no se destruido.


En el catolicismo hay un intermediario entre Dios y los católicos que es el papa. En el judaísmo el mediador entre Dios y el pueblo fue el sumo sacerdote. En el NT el mediador fue Yahshua entre Dios y los hombres. El místico no necesita el intermediario. Yashuah fue intermediador por aspectos de redención. Pero el místico no lo hace por ese aspecto sino por aspecto de conexión.


En el antiguo testamento, los profetas fueron los oráculos de Dios. Ellos fueron seres místicos al estar en contacto directo con Dios. El místico al hacer conexión busca oxigenación espiritual. El místico al no basar su fuerza espiritual en la mediación, se vuelve un peligro para las instituciones religiones, porque se vuelve independiente de ellas. El místico no las ve como su a o y señor dominante.


El místico no aboga por una intermediación. El no se vuelve embajador de nadie. No representa a nadie. No hace democracia, hace teocracia. Yahshuah se apartaba a orar a solas al Padre. Era místico. El les dijo a sus discípulos: enciérrense en su habitación y oren al Padre a solas. Vuélvanse místicos. Orar al Padre en lo secreto es mística. Ahí, no hay institución porque no hay intermediación.


El místico no es antisistema es asistema porque desintegra al poder dominante del sistema religioso. El profeta u oráculo en sí era un asistema porque iba contra el Rey que era el representante político entre Dios y el pueblo de Israel. Casi todos los profetas iban contra los reyes como en el caso de Samuel y el rey Saúl o de Nathan y el rey David. ¿Por qué iban contra los reyes? Porque al profeta no le interesa el poder sino la conexión directa con Dios. Al profeta no le interesa la intermediación. Le interesa la revelación directa. Ese nexo hombre Dios. En la intermediación, el mediador o el embajador toma las facultades de su Señor y las representa y viene al pueblo y les dice: Dios dice lo que digo yo, pero el profeta dice: Usted conéctese en forma directa. No dependa de mí, yo soy asistema.


A través del tiempo, los místicos comenzaron a aislarse de las instituciones y comenzaron a quedarse solos y en el secreto. El temor era al que no estar sujetos a la institución, fuera el místico perseguido por las autoridades de gobierno por insujeto al estado. Un ejemplo, lo tenemos en los cabalistas.


El místico era un ser muy privado, pero muy espiritual. En cada encuentro el místico hacia “Teshuvah” que significa “Retorno al alma” porque por causa de las transgresiones se alejaba del punto centro blanco del alma que era el equilibrio espiritual. Teshuvah es una especie de conversión del alma. Teshuvah genera alto nivel de conciencia espiritual. Ese nivel es dónde el místico encuentra al Mashiahj, se abre la revelación.


El Mashiahj se convirtió en el resultado final del cambio de conciencia en el encuentro o en la conexión con Dios. En el cristianismo futurista es, al contrario, se espera al Mashiahj que venga a cambiar la conciencia. En el misticismo es, cambio de conciencia manifestación de la era mesiánica. No es un Mesías que se manifiesta y nos obliga a cambiar la conciencia porque no tenemos conciencia.


En la época del NT vino el Mashiahj y la gente de la casa de Israel, no hizo ese cambio de conciencia y por eso, se siguió la continúa transgresión. Muchos vieron al Mesías y su conciencia jamás hizo Teshuvah. Ahora, se espera que venga por segunda vez el Mashiahj a cambiar la conciencia del mundo, cuando lo que cada uno de los 7.500.000 millones de habitantes del planeta deben ser místicos, hacer conversión del alma, es decir, retornar al centro blanco del equilibrio que produce el efecto de liberación, redención, salvación, renovación y armonía.


En el I Siglo, vivieron los Esenios de las montañas y el desierto. Ellos, fueron judíos místicos, e hicieron cambio de conciencia o Teshuvah. Los estados bajo de conciencia son expresiones y acciones del mal. El mal es denso en el alma y produce todo efecto oscuro. Los esenios entendieron que el acto de Teshuvah elevaba el estado de conciencia al plano superior que es el bien, la bondad.


También estuvieron los fariseos, que no hacían Teshuvah, por ende, no tenían un cambio de conciencia ni un alma elevada, por eso, Yahshuah los conoció y les dijo: Hipócritas, generación de víboras, y Juan el Bautistas en el Jordán les dijo: A qué viene a las aguas de la muerte o de la conversión, a meter solamente el cuerpo en el agua y salir sin Teshuvah o cambio de conciencia, de cierto vendrá sobre usted la ira venidera. El místico es el que, al hacer el cambio de conciencia, ve la luz, porque la luz es precisamente eso, elevación del estado del alma.


Antes del I Siglo a.C, y después del I siglo d.C., surgió la mística gnóstica del judaísmo. Estos místicos decían que el conocimiento es el Espíritu Santo. El trípode de la tradición mística judía es: conocimiento racional, conocimiento intuitivo y conocimiento experimental. Si no hay experiencia no hay conciencia. En el árbol de la vida es Jodmáh, la s el conocimiento intuitivo es la Bináh, y el conocimiento de la experiencia es Maljuth. En un cambio de conciencia, elevamos este trípode de conocimientos.


Los gnósticos místicos judíos del I Siglo, se elevaron tanto que para ellos todo era espíritu y rechazaron la conciencia de la materia. De ahí, que ellos decían que Cristo como ser espiritualmente puro no podía habitar corporalmente en una materia inmundo como lo es la caja del cuerpo. No tiene ningún sentido la materia si no fuéramos almas encarnadas. Este es el mal uso de la mística. El espíritu en un cuerpo es la realidad. De esta concepción, la iglesia católica creó los monasterios con monjes célibes, maltratando a la carne o a la materia del cuerpo en sus alborotadas concupiscencias.


En el jasidismo místico se dice que cada alma es la chispa del Mesías. El jasidismo viene de Jasid que significa “justos”, después lo llamaron “Los piadosos”. Decían lo que es mío es tuyo y lo que es tuyo es tuyo. Que todos son chispas del Mesías, pero no hay Mesías.


En Alemania floreció la reforma judía. En esa reforma, separaron lo místico de lo racional. A todo lo místico lo llamaron “Superstición” y de allí surgieron pensadores anti cábala o anti mística. Ellos, ocultaron la cábala entre el Siglo XVIII y siglo XIX.


En el siglo XX surgió de nuevo la cábala, con Yehuda Ashlag, un rabino judío con quién comenzó a florecer el concepto de la espiritualidad por encima del materialismo europeo. Dijo que, si el mundo no llegaba a la espiritualidad, la tecnología iba a destruir al mundo antes. Que la espiritualidad es la única arma que tenemos contra la pagana modernidad y su tecnología. Espiritualidad es volver a Dios. Ashlag restauró el misticismo individual. Ashlag dijo: Si tú no cambias primero, no habrá cambio del mundo. Si no vienes del interior jamás influenciarás al exterior. Muchos quieren cambiar al mundo sin cambiar su nivel de conciencia. No puedes ir a reparar sino se repara, asimismo. El final de los tiempos es que cambiemos nosotros el nivel de conciencia.


El místico es un ser independiente. No dirige una congregación como un rabino o un pastor de iglesia o de sinagoga, porque el misticismo no es comunitario, no es del campo social, sino del aspecto privado, independiente y personal. El rabino/pastor es un administrador de una identidad religiosa.


Nadie puede evaluar la conexión del espíritu con la divinidad. Eso es algo privado. No se puede juzgar tampoco. No se puede premiar. El místico trabaja consigo mismo y la luz que posee ella sola se va a expandir. La luz tiene que salir por algún lado. La luz que esparce el místico no es una luz colonizadora de o para convencer a otro de su luz.


Si un místico fluye su luz y se encuentra con un receptor no preparado, su luz no producirá efecto positivo en esa vasija con anclajes, con bloqueos psíquicos y cognitivos o aun conductuales. Ahí no hay forma de conexión de la luz de un místico a otra persona que le pide ver esa luz que tiene. Yahshua no hizo milagros en su tierra Nazaret porque el pueblo de ahí no tenía conexión con su luz. Cuando la vasija está apta le llega la luz, es ahí, dónde la luz se hizo carne o efectividad.


El místico y el profeta quieren siempre saber la verdad, por eso, se alejan de la sociedad porque en ella no vive la verdad. El místico por estar tan conectado con la esencia, le parece que todo en la sociedad es una mentira y de hecho es una mentira, pero tiene que vivir dentro de esa sociedad o aislarse, por eso, tiene una doble moral, tiene que vivir en esa mentira externa y a su vez vivir en su verdad intrínseca que no la puede compartir con nadie, porque lo tildan de loco y bipolar.


¿Cómo descubrir mi misticismo? Lo descubres solamente en tu interior. Dr. Rey Estrada. reyestrada26@gmail.com



 
 
 

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